Durante 4 días, estudiantes y profesionales de Ecuador y Perú construyeron microcoast en Máncora, es decir, intervenciones que potencian los espacios para el turismo. Fue una jornada de intercambio de conocimientos.
Por Tania Elías. 19 febrero, 2019.Espacios para sentarse y apreciar cómo se oculta el sol, para descansar un rato en medio de la playa, para apreciar la naturaleza. Divididos en 3 equipos, los participantes del Máncora Coast diseñaron estas estructuras durante 4 días durante el Taller Social Internacional 2019 que se realizó en Máncora, en el marco del taller de construcción de Microcoast.
La actividad fue convocada por la Organización Peruana de Estudiantes de Arquitectura que reúne a estudiantes de las facultades de Arquitectura del país, con el objetivo de promover su integración y el intercambio permanente de conocimientos con miras al mejoramiento de la sociedad.
En la zona El Estero, ubicada a 30 minutos de la playa de Máncora, los equipos Team Fly y Team Earth construyeron sus proyectos. La zona se ubica en la Quebrada Fernández de Máncora. Es un área que sirve como refugio para muchas especies de aves. Todavía el lugar es de muy poco interés en términos turísticos o ambientales.
En el Team Fly, los alumnos estuvieron apoyados por la urbanista Stella Schroeder (docente de la UDEP y fundadora de la iniciativa FuturoPiura), el diseñador industrial Jorge Villarroel (fundador de la marca Mimalki en Piura) y el arquitecto Joel Villegas (docente colaborador UDEP ). En el Team Earth, Juan Pablo Astudillo Cordero y José Omar Guncay Montenegro del Taller de Arquitectura Tacti.co, de Cuenca, Ecuador, orientaron a los jóvenes. El Team Agua trabajó con el Arquitecto José Gómez Marmolejo, fundador de Natura Futura Arquitectura y Cristhian Bravo Astudillo, de Ecuador, en la zona conocida como Poza de Barro.
La Universidad de Piura apoyó el desarrollo de la actividad como patrocinador. Previo al taller se realizó la conferencia “El Cambio de Paradigmas Arquitectónicos en América Latina”. En esta actividad, alumnos y especialistas de Guatemala, Alemania, Venezuela y Perú compartieron una visión moderna de la arquitectura con los estudiantes.
José Gómez Marmolejo destacó como uno de los grandes cambios de paradigma que en la actualidad se valore el lado humano de la arquitectura, y deje de ser un objeto para convertirse en un vínculo que une y comparten las personas que habitan un lugar. “El entender esto y reflexionar sobre estos espacios, cohabitando, ayuda a hacer ese cambio que siempre hemos querido. Cuando la arquitectura deja de ser para unos y busca el provecho de todos, cambia. Pasamos del capital económico al capital humano que va a impactar”, consideró.
Juan Pablo Astudillo Cordero, de Ecuador, explicó que los cambios se están dando en todo el mundo, en el que la mirada se vuelve a la gente. Recordó que había una resistencia entre la realidad de los países y lo que las universidades enseñaban, pero esto cambió cuando se comenzó a mirar las humanidades en las facultades de Arquitectura, con sociología, ética, moral. Para él, humanizar la arquitectura es el gran cambio, pero también la conciencia en el uso de recursos, presupuestos, la decisión por usar tecnologías y material de bajo costo, que antes no se tenía en cuenta a pesar de que ciudades antiguas que los utilizaron, siguen estando ahí.